Las farmacias, en la actualidad, no tienen nada que ver con las farmacias de hace 20 o 30 años. Aparte de la especialización en los servicios profesionales como dermofarmacia, nutrición o servicio personalizado de dosificación (SPD), los farmacéuticos nos hemos dado cuenta que se puede ser un buen farmacéutico sin tener que renunciar a llevar una correcta gestión económica y de equipo de la farmacia, al igual que saber que tener una imagen de marca de la farmacia no nos resta como establecimiento sanitario, sino que, al contrario, nos suma: es un valor añadido para nuestros pacientes, que nos conocerán mejor y nos acercará más a ellos.
La organización interna de la farmacia comunitaria es muy importante para su correcto desarrollo. La farmacéutica titular Virginia Barrau comparte unas ideas que ha desarrollado en su farmacia.