Lorea Burgaña tenía claro que debía dedicarse a ayudar a las personas, razón por la cual se deci
Lorea Burgaña tenía claro que debía dedicarse a ayudar a las personas, razón por la cual se decidió por el oficio farmacéutico. “Tardé unos años en abrir mi propia farmacia; antes trabajé como adjunta y consultora de farmacia y madre. No fue hasta 2014 cuando adquirí una farmacia en el centro histórico, cumpliendo así mis sueños. Actualmente es la farmacia más antigua de Las Palmas de Gran Canaria con 111 años de historia”, empieza a relatarnos.
Un referente en la capital insular con un perfil de paciente muy variado: “Por una parte, crónicos con más de 50 años como usuarios y, por otra, gente de paso, pues abrimos 365 días al año de 09:00 a 21:00 horas y estamos en el centro histórico”. Lorea cuenta con un equipo altamente formado que, con su trabajo, contribuye a ahorrar tiempo a los pacientes y a descongestionar los servicios de urgencia.