El omeprazol es un fármaco antiulceroso que produce una disminución de la secreción ácida por parte de las células del estómago, reduciendo el efecto dañino que este ácido podría tener sobre la mucosa en caso de úlcera o de reflujo gastroesofágico.

Sin embargo, el ácido estomacal en condiciones normales es útil para la correcta digestión de los alimentos, y la consideración del omeprazol como “protector gástrico” puede generar confusión y fomentar un uso inadecuado de este fármaco al dar a entender que su administración evitará posibles efectos perjudiciales sobre el estómago derivados del consumo de alimentos, de otros medicamentos o del alcohol, por ejemplo.

Por ello, se debe respetar la dosis y la duración del tratamiento indicada por el médico, y en caso de que se utilice sin prescripción médica, se debe administrar únicamente como tratamiento puntual de los síntomas de reflujo, como el ardor, durante entre 5 y 7 días. Si los síntomas persisten, se recomienda consultar con el médico o el farmacéutico.