Videoconsejo sanitario sobre Tretinoína, para qué sirve este medicamento, cómo y cuándo debemos administrar este principio activo. Videoconsejo impartido por la farmacéutica Elena Vega, elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y producido por Medicina TV.

Tretinoína es un derivado de la vitamina A que acelera la renovación de las células epidérmicas, reduciendo la cohesividad de la capa córnea y facilitando la eliminación de los comedones, comúnmente conocidos como “puntos negros”.

Por ello, es un fármaco indicado, por vía tópica, para el tratamiento del acné vulgar y de las arrugas y la hiperpigmentación asociada al fotoenvejecimiento de la piel.

También se utiliza por vía oral como tratamiento de la leucemia promielocítica aguda, en combinación con trióxido de arsénico o quimioterapia. El mecanismo por el que la tretinoína es útil como tratamiento de la leucemia promielocítica aguda no se conoce completamente, pero parece favorecer la diferenciación y maduración de los promielocitos.

Como tratamiento del acné, también se utiliza por vía tópica en combinación con clindamicina, un antibiótico con actividad frente a Propionibacterium acnes, un microorganismo asociado al desarrollo del acné vulgar.

Tretinoína por vía tópica se utiliza en forma de crema o gel en concentraciones de entre 0,25 mg/g y 4 mg/g. Todos los medicamentos que contienen tretinoína están sujetos a prescripción médica.

El tratamiento suele comenzar con dosis bajas, pudiendo aumentar en caso de que sea necesario.

La crema o gel se debe aplicar únicamente sobre la zona afectada, evitando la exposición solar, incluso en días nublados. Si ésta no puede evitarse, se deberán utilizar filtros solares adecuados.

Como tratamiento oral de la leucemia promielocítica aguda se administra a una dosis diaria total de 45 mg/m2 de superficie corporal, dividida en dos dosis iguales.

La tretinoína es un fármaco teratogénico, es decir, que produce alteraciones fetales. Por este motivo, su administración está contraindicada en el embarazo y en mujeres que planean quedarse embarazadas.

Durante la lactancia, se evitará también la administración oral, y solo se utilizará por vía tópica cuando, de acuerdo a criterios clínicos, se considere que el beneficio de su administración es superior al riesgo.

Entre los efectos adversos más comunes de tretinoína por vía tópica están la sequedad y descamación de la piel, quemaduras, picor o ardor. Estos efectos son más comunes al inicio del tratamiento.

Por vía oral, presenta efectos adversos de mayor frecuencia, como la disminución del apetito, pérdida de audición, dolor de cabeza, arritmias cardiacas y trastornos gastrointestinales como náuseas y vómitos, entre otros efectos.

Y recuerda, pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza. Te informaremos sobre los efectos y el modo de uso de tretinoína y sobre cualquier otra duda que tengas.

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