Mantener un automóvil con la chapa sin arrugas, y el motor a punto, cuesta bastante menos dinero que mantener un cuerpo humano con salud. Sin embargo, escucho anuncios de seguros médicos por unas cuotas, que vienen a ser la tercera parte de lo que cuesta un seguro de automóvil. No lo entiendo. Lo que sí entiendo es lo que se denomina publicidad engañosa, y estos anuncios, que parecen las rebajas de enero, me irritan, porque tengo seguro médico, respeto a las compañías de seguros médicos, y esta publicidad, lo siento, pero degrada el sector e irrita al tomarnos por tontos. O porque piensan que descubrimos que somos tontos al pagar mucho más, o por intentar convencernos de que hay otros tontos que quieren arruinarse con una compañía de seguros del todo a cien, o todo a un euro.