La nictofobia es un tipo de fobia que se caracteriza por un miedo o ansiedad intensos a la noche, especialmente por su asociación con la oscuridad.

Es muy común durante la infancia y la adolescencia, pudiendo incluso considerarse normal en estas edades, como el miedo a alguna presencia extraña durante la noche.

Habitualmente, la propia experiencia y el paso hacia la adolescencia y la edad adulta se asocian con una disminución de la frecuencia e intensidad de estos miedos.

Pero en otros casos se produce una fobia intensa que puede manifestarse con dificultad para respirar, sudores, palpitaciones y un mal descanso, interfiriendo así en la calidad de vida.

En estos casos, estrategias como mantener encendida una luz tenue durante la noche pueden reducir la ansiedad. Además, la terapia de exposición guiada por un profesional sanitario también puede contribuir a reducir el impacto de esta fobia.