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Lidia Barrajón, farmacéutica-ortopeda, coach personal y nutricional, nos habla sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica o ELA, la tercera enfermedad neurodegenerativa más frecuente, después del Alzhéimer y el Parkinson. En España, su incidencia se sitúa en un nuevo caso por cada 100.000 habitantes. Afecta más a hombres que a mujeres, aunque la incidencia para ambos sexos se va igualando a medida que aumenta la edad de diagnóstico. Este diagnóstico es fundamentalmente clínico, y puede pasar una media de un año hasta que se detecta como tal.
Sólo el 10 % de los casos de ELA son hereditarios, y en más del 90 % se desconoce la causa de su origen, observándose mutaciones epigenéticas no transmisibles. En esta enfermedad, son las motoneuronas de la corteza cerebral, el tronco del encéfalo y la médula espinal, las que se ven afectadas. Esto produce debilidad y atrofia muscular, fasciculaciones y calambres musculares, hipofonía y disfagia, que acaban afectando a todo lo cotidiano del paciente (movilidad, respiración, habla y deglución).
Trasladándonos a la farmacia, la profesión farmacéutica puede colaborar en su detección precoz, en el proceso de su tratamiento, en el consejo nutricional y en acercar las diferentes asociaciones a estos pacientes. El consejo nutricional para los pacientes con ELA tendrá dos pilares básicos: no bajar de peso y no perder masa muscular. Para ello, será clave: elegir alimentos de alta densidad nutricional, enriquecer ‘cada cucharada de comida’ y prestar atención al aporte proteico, pudiendo recurrir a la suplementación.
Además, en este consejo nutricional, se deberá tener en cuenta la disfagia, presente en el 80 % de estos pacientes. En este punto, los espesantes son necesarios para modificar la textura de los alimentos líquidos.