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Si, de repente, los usuarios de MUFACE pasan al Sistema Sanitario Público las listas de espera serán insoportables. Ya de por sí, vamos haciendo equilibrios, pero 1.500.000 personas más, pidiendo fecha para una consulta, convertirán la Sanidad Pública, más que en un servicio para atender pacientes, en unos asustados sanitarios tratando de calmar a millones de impacientes.