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La farmacia, para Noemí Ínsua, farmacéutica gallega, tiene un valor sentimental, pues fue fundada por su padre, quien también fuera su mentor: “Él me enseñó con gran dedicación y pasión los primeros pasos en este sector, transmitiéndome su conocimiento y amor por la profesión”. Para ella, la vocación farmacéutica es “el compromiso de cuidar la salud de las personas, ofreciendo conocimiento, cercanía y apoyo en cada etapa de sus vidas”.