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Lidia Barrajón, farmacéutica-ortopeda, coach personal y nutricional, explica que el sistema inmunitario es nuestra ‘piedra angular’: el entramado de mediadores, células, tejidos y órganos que conforman este sistema es clave para defendernos de microorganismos, radiación, contaminación e, incluso, células cancerosas. Tampoco podemos olvidar que el sistema inmunitario actúa para asegurarnos la tolerancia de lo propio. Y, en toda esta eficiencia de la inmunidad, juega un papel fundamental la nutrición. Esta asociación entre nuestro escudo de defensa y la nutrición nos lleva a hablar de la inmunonutrición, que es la ciencia que se encarga de estudiar cómo determinados nutrientes son capaces de modular acciones del sistema inmunitario, actuando a nivel de la inmunidad innata y adquirida. Sobre todo, en la práctica clínica, estos ‘inmunonutrientes’ presentan propiedades evidenciadas en el paciente con cirugía oncológica y grandes quemados, entre otras alteraciones. Por otro lado, un dato interesante es que un gran número de personas sufren deficiencias en inmunonutrientes (principalmente, de vitaminas y minerales), lo que se conoce como ‘hambre oculta’, asociándose a respuestas inmunes inapropiadas o débiles. Además, son muchas las evidencias que correlacionan deficiencias en micronutrientes con el desarrollo, recidivas y empeoramiento de los síntomas de enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide).
Pero no solo las deficiencias, sino que también los excesos crónicos o el desequilibrio entre nutrientes pueden producir una alteración importante del sistema inmunitario, contribuyendo al desarrollo de enfermedades metabólicas y cáncer. Con todo esto, ¿qué conceptos de la inmunonutrición podemos aplicar en la farmacia?