En las últimas semanas se han difundido en redes sociales y en prensa algunos casos de mujeres que se han quedado embarazadas durante el tratamiento con semaglutida, o después de haber tomado este fármaco, incluso a pesar de tener un historial de infertilidad o de estar tomando medicamentos anticonceptivos.

Es importante subrayar que los datos disponibles actualmente descartan una interacción con los anticonceptivos orales a base de estrógenos y/o progestágenos.

En relación con una posible mejora de la fertilidad, está bien documentado que las personas con obesidad o sobrepeso pueden sufrir alteraciones en la funcionalidad de las hormonas sexuales, por lo que, en estos casos, la pérdida de peso que permite obtener el fármaco puede ayudar a mejorar potencialmente la fertilidad.

Por el momento, en base a sus efectos farmacológicos, no parece que la mejora de la fertilidad se deba a un efecto directo de semaglutida sobre la capacidad reproductiva.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que la semaglutida es un fármaco contraindicado durante el embarazo por el riesgo de toxicidad fetal, por lo que se recomienda suspender el tratamiento con semaglutida al menos 2 meses antes de un embarazo planeado para evitar riesgos.